7 mar 2012

¿Despierto o aún dormido?

  

  Tú decides, pero, debes saber que no es lo mismo en absoluto.

  Uno puede seguir dormido dentro de su película mental o arrojar de una vez las conjeturas mentales y abrir los ojos a la verdadera realidad donde se mueve.

¿Eres consciente del peso de tu cuerpo?

¿Tu espalda está recta y controlada?

 
  Aun seguimos buscando, o mejor dicho, más que nunca, formas de estar bien con nosotros mismos, sin darnos cuenta que al ritmo que caminamos es imposible captar la verdadera esencia de la dicha interior.

“Lo primero que debes hacer es frenar”

  Una vez que frenas, puedes comenzar a ser verdaderamente consciente de tu estado de desdicha, tristeza y ansiedad, pero, ¿serás capaz de enfrentarte a él o saldrás corriendo para seguir con otra película mental?

  Uno de los obstáculos más complicados que encontramos en el camino de la presencia es la fuerte resistencia que el ego para continuar dirigiendo nuestra vida, pues él vive dentro de ese sueño que creemos vida y sin él su existencia no tiene ningún sentido.

  Cierra los ojos y coge mi mano, hermano, camina junto a mí, sin prestar atención a esos pensamientos y películas que nacen en la cabeza…

  Cierra los ojos y siente tu respiración nutriendo todo tu ser, sonríe por que sí, sin importar, a pesar del miedo al ridículo (propio del ego), por la sencilla razón de que te hace sentir bien, TÚ PUEDES HACERLO, lo sé.

  Camina sintiendo tus pies, tu sangre recorriendo tu vida entera, por fin, siente la alegría de elegir estar bien, de respirar como si fuera la última vez que lo vas a hacer y haz, de corazón, todo lo que hagas de ahora en adelante, enfréntate al miedo que da vivir enamorado de todo lo que te rodea…