Seguimos al ritmo trepidante que
marca este sistema en el que cada uno trata de atrapar esa felicidad que parece
seguir estando fuera de nuestro control. Nuevas necesidades asaltan desde los
medios de comunicación, incluido Internet, que no está fuera de la influencia
de los que dominan el mundo, o desde cualquier medio que tenga un mínimo de
poder sobre los hambrientos necesitados de felicidad.
Hemos olvidado que la verdadera
felicidad es un estado que generamos nosotros mismos y que podemos compartirlo
con todos los que nos rodean de una forma abierta y libre sin ningún tipo de
norma o tratado que marque la senda correcta excepto la de ser conscientes de
nuestro infinito poder interno y de la tremenda influencia que tenemos sobre el
mundo.
Hoy te has levantado y has vuelto
a dejarte llevar por el río de la vida sin ni siquiera haber dedicado un minuto
a sentir si tu forma de pensar sigue igual o ha cambiado algo, si tu forma de
expresarte refleja dicha o por el contrario es una prueba de tu infelicidad, si
tus actos son agradecidos y dichosos o si, por el contrario, sigues manteniendo
una vida mental, pobre y falta de poder sobre ti mismo, convirtiéndote en un
esclavo perfecto de un sistema que te mantiene dormido.
¿Recuerdas estas imágenes? Esta
película ya explicaba con detalle qué es tener una vida mental, pero, lo que no
explica es qué debemos hacer para salir de ella, aunque la película parece sugerir
que seas tu propia historia, tu propia y auténtica vida, marcándote tus propios
límites sin que te los imponga el medio y la historia mental que te has creído.
En la película llaman a lo
desconocido “la matriz”. En el mundo en el que vives hoy, la realidad en la que
crees vivir está siendo alimentada por un grupo de personas que conocen y
marcan un plan sistemático que controla el funcionamiento del mundo.
¿Eres consciente de que podrías
estar atrapado dentro de tu mente y sus limitaciones y que estás podrían estar impidiéndote
hacer lo que realmente deseas?
Si deseas sacudirte el miedo que
te paraliza, comienza por reconocer cuales son tus verdaderas necesidades y
ajusta tu vida para simplificar el camino hacia la felicidad. Nuestras
verdaderas necesidades se reducen a una simple fórmula:
Respira, sonríe y camina, aunque
tengas miedo… Camina, hermano mío, ya que la luz que dejarás detrás sembrará
esperanza y dicha a muchos otros que seguirán tus pasos.
A partir de ahora deja que el
corazón sea el director de tu vida. Demos un salto y superemos el miedo que nos
impide equilibrar la balanza del planeta Tierra donde la presencia, la gratitud
y el poder que tenemos está siendo despreciado por necesidades que son irreales
y que tarde o temprano desaparecerán. Apostemos por elevar el amor que siempre
fue, es y será eterno.