¿Qué ha sido lo primero que has
pensado
al abrir los ojos esta mañana?
Aunque te parezca insignificante
esta pregunta, te voy a invitar a tener en cuenta que nuestro cuerpo mental, el
cual siempre está salpicado del protagonismo de los residuos y hábitos ideales
de la mente, es el primer pilar sobre el que se yergue toda nuestra proyección
diaria.
De ahí la importancia de limpiar
nuestro armario mental, ordenándolo y dejando sólo lo que realmente
necesitamos.
¿Te has preguntado alguna vez por
que sigues teniendo tan poca resistencia al fracaso? ¿Es posible que aún sigas
creyendo que existe el fracaso y por eso sufres tal experiencia?
Podríamos comenzar a comprender
que lo que llamamos “fracaso” es una forma de evaluar una experiencia que la
vida nos ha permitido afrontar, siendo, por supuesto nuestra verdad, pero no
la verdad de lo que realmente es.
Todo es una experiencia, aunque
seguimos habituados, gracias al apoyo de una mente vieja y condicionada, a
seguir pensando que todo es de una determinada manera por ser lo "normal", además de medirlo de una
forma superficial que a menudo lleva una connotación material o estadística, y que lo ´unico que consigue es robarnos en poder sobre nuestra energía interna y la forma en la que deseamos enfocarla.
Cada uno de los pensamientos que
genera nuestra mente puede dar lugar un tipo de experiencia , del que más tarde, brotará un fruto. Dicho fruto tendrás que
digerirlo como una parte de ti y por eso es tan importante elevar nuestra
capacidad de ser conscientes de lo que mantenemos en nuestro armario mental.
Tú, ser divino en potencia,
tienes todo lo que necesitas para hacer de tu vida un paraíso, pero lleva su
tiempo y trabajo limpiar, vaciar, remodelar, construir y crear algo
verdaderamente amoroso. Tiempo y trabajo que están en tus manos. Si ya lo estás
haciendo, gracias, pero si eres de los que aun no sabe y no ha decidido hacer,
plantéate ir a la fuente para nutrirte de ella y comienza a hacer tu propia
gestión personal interna, construyendo algo lindo.
El sol, siempre está ahí, aunque
las nubes nos impidan sentirlo de vez en cuando y la mejor forma de aclarar el
cielo de nuestra vida es comenzando por añadir a nuestra forma de vivir una
forma mas consciente de pensar, hablar y existir.
Tu eres la senda hacia la dicha. Para hacerla emerger debes transitarla, alimentarla y vivirla cada día. Solo vas a necesitar, una vez vislumbrado el camino, dar un pequeño paso, al que deben seguir muchos más, cada día.
Elige un sendero, siéntelo en tu corazón y transítalo con fe...
Elige un sendero, siéntelo en tu corazón y transítalo con fe...