Cuando alguien dice tener salud, pensamos inmediatamente en que está bien, pero, cuando oímos hablar de alguien que está enfermo, inmediatamente pensamos que está mal.
Por lo tanto, estar bien es tener salud y estar mal es estar enfermo.
Sí, comprendo que es un lenguaje demasiado llano o fácil como para creernos lo que acabo de decir, pero ¿y si fuera así?
Si estar bien sugiere salud y existe un camino para desarrollar ese estado, ¿podemos decir que la habilidad para estar bien genera salud?
Pero, aún no te he dicho lo más importante, existe un camino para estar bien. Cuando escribí este libro comprendí que estaba reflejando un sendero que ha estado oculto para la mayor parte de nosotros. Piensa que yo vengo de una cultura estresada, manipulada y cargada de distracciones y que me he ganado el derecho a manifestar esto con solvencia, es decir, a comunicar que el que está en la oscuridad tiene una salida, pero, debe ser inmensamente disciplinado, perseverante y constante en las herramientas que sugiero trabajar en el libro.
Si no eres feliz, pon en práctica los ejercicios que te recomiendo…
Si conoces a alguien que esté triste, enfermo o muy mal, sugiérele leer el libro y comenzar a hacer su trabajo, poco a poco…
Si estás bajo una enfermedad mental, espera para bajar lo suficiente la medicación como para que, los ejercicios que propongo puedan comenzar a ser sólidos.
Hay un puente donde el enfermo mental medicado, puede pasar a dejar la medicación y para ello debe existir un camino que ya estemos recorriendo y en el que depositemos toda nuestra iniciativa, disciplina y fe, sin apegarnos el resultado y con mucha actitud positiva.
Existe un camino, el camino eres tú, yo solo te marco el sentido que debes llegar y la postura y actitud que puede acompañarte, pero solo puedes recorrerlo tú dándole forma en cada paso que des.
Camina… a pesar del miedo…
Camina… a pesar de la incertidumbre…
Camina por el simple placer de sentir cada paso.
